Puede parecer que conocerse a uno mismo es un atarea muy sencilla. Sin embargo, tener un conocimiento profundo de quienes somos es una labor muy complicada que puede durar, para algunas personas, toda a la vida.
Podríamos definirlo como la capacidad de identificar las cualidades y defectos que se poseen, es saber quien soy y que tengo.
El autoconocimiento contribuye a promover una imagen positiva de si mismo, es decir, a la elaboración de un concepto personal ajustado, que lleva a actuar conforme a posibilidades y limitaciones, para un desarrollo pleno y armónico de la persona; significa conocer nuestro nuestro ser, carácter, fortalezas, oportunidades, actitudes, gustos, disgustos y valores. Es saber que se quiere en la vida e identificar los recursos personales con que se cuenta para lograrlo.
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